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Este producto cada vez es más popular entre las personas mayores de sesenta y cinco años, ya que les permite obtener una liquidez considerable (o un sueldo mensual vitalicio) sin renunciar al derecho al uso y disfrute de su hogar. Gracias a este modelo, muchos propietarios llegan a ahorrar casi 1.400 € al año fácilmente. Este “secreto” es conocido como el truco de las 52 semanas.

Mucha gente se replantea durante la recta final de año cómo ha ido el curso y, sobre todo, cómo debería afrontar el año que viene. A estas alturas se ya se puede hacer balance y, si uno cuenta con propiedades, existen muchas fórmulas posibles para apretarse el cinturón o para vivir de forma más desahogada, según convenga.

Inflación y nuda propiedad

Las consecuencias de la inflación han afectado a casi todos los sectores de forma negativa y el inmobiliario no es ninguna excepción, lo que ha derivado en una incertidumbre generalizada. No obstante, una de las estrategias inmobiliarias más demandadas en los últimos años es la nuda propiedad. En este tipo de operaciones, para explicarlo de una forma resumida, el propietario vende el derecho a la “propiedad” de un inmueble, pero se reserva el usufructo, por lo que sigue teniendo derecho a vivir en él.

De esta forma, un propietario puede sacar rendimiento económico por su vivienda y al mismo tiempo seguir residiendo en ella para toda la vida. Estos ingresos pueden complementar la pensión de jubilación y al mismo tiempo los inversores pueden tener una especie de “acceso prematuro” a inmuebles con una potencial muy rentable.

Las ventajas fiscales de esta alternativa

Por supuesto, cabe destacar que los compradores de nuda propiedad contemplan esta posibilidad como una inversión a medio-largo plazo. Se les brinda la opción de comprar una vivienda a un precio más reducido, pero no tienen ninguna prisa por empezar a vivir en ella. Según estadísticas oficiales del INE (Instituto Nacional de Estadística), este tipo de operaciones se cierran con precios entre un 40% y un 60% por debajo del valor de mercado de la plena propiedad en el momento de la venta.

Una vez se extinga el usufructo, suceso que se da tras el fallecimiento del usufructuario o una vez se cumple el plazo establecido entre ambas partes, el nudo propietario pasará a ser el pleno propietario. Además, cabe destacar que es posible que el valor del inmueble aumente con el paso del tiempo, por lo que las ganancias serían notables.

Otro aspecto en el que la nuda propiedad puede beneficiar a los propietarios son los beneficios fiscales, ya que se les exime del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) siempre y cuando se trate de una vivienda habitual. También es posible deducir parte del IRPF cuando se destina a la residencia usual y no es necesario hacerse cargo de los gastos derivados del uso y disfrute del inmueble como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), gastos de la comunidad etc.

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