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Una segunda residencia puede ser una solución en potencia para muchas situaciones difíciles o también un tipo de inversión para optimizar tu estructura económica.  Sin embargo, también puede suponer un desafío difícil de gestionar. Al fin y al cabo, una propiedad se disfruta, pero también se mantiene.

Los pagos e impuestos generales como la cuota de comunidad, el IBI, los seguros, el mantenimiento de agua y luz… pesan más de lo que parece a la hora de evaluar el balance global de gastos. Aunque no vivas en ella durante la mayor parte del año, del mes o de la semana, los inmuebles considerados como segunda residencia requieren una atención más prioritaria de la que podría parecer en una primera instancia.

Es habitual que, cuando alguien se encuentra en esta encrucijada se pregunte, ¿debería vender mi segunda residencia o puedo continuar disfrutando de ella? Desde Hausstar te vamos a exponer un planteamiento alternativo: la suma de las dos opciones. Aunque suene extraño, cada vez son más los españoles que se decantan por esta alternativa mediante la nuda propiedad.

Qué es la nuda propiedad y qué ventajas tiene sobre las segundas residencias

Quizá ya hayas oído hablar de este producto que disecciona los derechos del pleno propietario, la nuda propiedad y el usufructo, de modo que el comprador solo adquiere el título del inmueble y el propietario original pasa a ser usufructuario.

El nudo propietario solo lo es a nivel legal porque el vendedor se reserva el derecho al uso y disfrute (de ahí el nombre de usufructo) del inmueble de por vida o por el tiempo que acuerden ambas partes. El nudo propietario se convertirá en el pleno propietario una vez se extinga el usufructo, ya sea por causas naturales (fallecimiento) o porque se complete el plazo establecido.

A cambio, el vendedor puede recibir un pago único o de forma fraccionada que puede establecerse como renta vitalicia si así lo desean. Esta fórmula es más beneficiosa cuando los propietarios originales tienen 65 años o más, ya que están exentos de ciertos impuestos y las condiciones suelen ser más idóneas para jubilados que buscan un complemento para su pensión.

La compraventa de la nuda propiedad es aplicable para cualquier tipo de vivienda, incluyendo las segundas residencias. Estas son las principales ventajas que obtendrás si vendes la nuda propiedad de tu segunda vivienda:

Liquidez inmediata

Como ya hemos comentado ambas partes de la operación se pueden poner de acuerdo sobre como llevar a cabo el pago, de forma única o periódica. Al mismo tiempo, el vendedor podrá seguir disfrutando de la segunda residencia de la misma manera que siempre.

Asimismo, el usufructuario tendrá que asumir ciertos gastos pertenecientes al uso del inmueble (comunidad, luz, agua…) y evitará las derramas extraordinarias. En muchos casos, al percibir cierto desahogo económico, también es posible elevar el nivel de vida y contratar servicios de asistencia o cuidados médicos, reformar la propiedad o acceder a mejores actividades de ocio.

Herencia anticipada

Lo cierto es que el tema de la herencia en España, un país con una fuerte tradición de propiedad, muchas veces produce problemas de reparto y conflictos familiares. De hecho, cada vez es más común que los descendientes vendan el inmueble inmediatamente tras la pérdida de su familiar y se repartan el pago a partes iguales.

Los estilos de vida han cambiado y también el concepto actual del hogar familiar. Por eso, esta fórmula puede ayudar a repartir la herencia de forma anticipada y ayudar a tus hijos o herederos en caso de necesidad o a modo de inyección económica, sin perder el derecho a seguir utilizando tu casa.

Pensión complementaria

El acceso a una pensión complementaria elevará tu nivel económico, podrás disfrutar de una mayor calidad de vida en tu día a día, lo cual se suele traducir en una mayor esperanza de vida.

Alquiler tras la venta de la nuda propiedad

Es posible que después de vender la nuda propiedad de tu segunda residencia, la sigas usando de la misma forma que siempre. Mucha gente utiliza sus casas de playa o de montaña durante cortos periodos de tiempo y deciden alquilarla el resto del año. El usufructuario tiene la posibilidad de alquilar la vivienda ya sea para larga duración o a modo de alquiler vacacional, aunque algo a tener en cuenta es que el contrato de arrendamiento se extinguirá a la vez que el usufructo.

En Hausstar somos conscientes de que este tipo de operaciones son complejas y requieren tiempo y dedicación, así que simplemente te recordamos que estamos a tu entera disposición para asesorar y gestionar tu situación personal de la mejor forma posible.

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