El último 27 de octubre hubo un incremento del 2% en los tipos de interés, lo que se entiende como una estrategia del Banco Central Europeo (BCE) para tratar de hacer frente a las consecuencias de la inflación y evitar así una recesión. Sin embargo, quienes sufrimos los efectos de esta subida somos los ciudadanos, especialmente los que están pagando una hipoteca.
Esto se debe a que los tipos de interés simbolizan el valor del dinero y se aplican de forma porcentual en los préstamos de los bancos y, al fin y al cabo, una hipoteca no es otra cosa que un préstamo bancario. Por esta razón, principalmente, los tipos de interés afectan al Euríbor y a las hipotecas variables.
EL porqué y las consecuencias de la subida
El BCE establece los tipos de interés en función de las predicciones económicas de la Unión Europea atendiendo a ciertas características como la inflación. Aunque parezca paradójico, una subida de los tipos de interés hace que la inflación se vea reducida porque, al encarecer los productos, evita que los ciudadanos consuman.
Además de la subida de precios generalizada, las personas que se encuentren pagando una hipoteca o un préstamo sufren consecuencias especialmente negativas, ya que este tipo de cuotas suben pudiendo alcanzar aumentos de varios miles de euros anuales. Si ponemos el ejemplo de una hipoteca de 150.000 € a 25 años con un diferencial del 1% sobre el Euríbor, los cálculos elevarían la suma en 225 € al mes, 2.700 € al año. No obstante, cabe destacar que esto no ocurriría en el caso de contratar una hipoteca a plazo fijo.
Esta subida del 2% ha sido la más notoria desde 2009, después que el BCE ya elevase los tipos de interés en un 0,25 % en abril y un 0,75 % en septiembre. Los economistas ya preveían estos movimientos que, si tenemos en cuenta la tasa de paro y el nivel europeo global de economía, no deberían generar secuelas desastrosas a términos generales.
Sin embargo, el coste del dinero prestado ha aumentado. Al incrementarse los intereses del capital, la cuota también crece, aunque lo hace de forma variable debido a que la cuota de cada entidad bancaria y su forma de pago es distinta. Algunos bancos pueden aplicar este incremento del 2 % inmediatamente y otros prefieren esperar hasta finalizar el año.
Cómo afrontar la situación
La situación en España no es especialmente alentadora, aunque no es el país de la UE al que más le ha afectado la inflación y la Guerra de Ucrania. En este contexto, como ya hemos comentado, los propietarios de hipotecas variables han sufrido mayor impacto, sobre todo teniendo en cuenta que el precio del alquiler, la luz o el gas también ha ascendido debido a la inflación.
Ofrecer una solución no es tarea fácil debido a que cada caso es particular. Sobre el papel, lo más sencillo sería pasar de una hipoteca variable a una fija, evitando así cualquier tipo de efecto perjudicial que provenga de la constante subida de los tipos de interés.
Por otro lado, esta decisión puede no ser la más acertada en algunos casos. Si se cumplen las expectativas económicas y más particularmente las del mercado hipotecario para el año que viene, los tipos de interés bajarán de nuevo, así que, en ese caso, el cambio no sería conveniente.
En cualquier caso, nuestra filosofía en Hausstar se basa en la interacción y la confianza con nuestros clientes y asesoramos la toma de decisiones teniendo en cuenta las características particulares de cada persona.